La inspiración se ha esfumado como si fuera un fósforo que se consume ante mis narices.
No tengo ganas. Ni nada que contar. Puede que la rutina se haya hecho con esta vida a la que siempre he querido cambiar; y es que desde que tengo memoria he sido algo especial , o al menos siempre he querido serlo, puede que sea ese el gran problema de todo esto.
Ya que en estos momentos no son ideas precisamente lo que se me vienen a la cabeza, sino dudas en mayor grado, me dedico a desvincularme de la existencia humana volcándome en aquel arte que tanto me apasiona: el cine.
Puede que dentro de unos años consiga dedicarme por completo a este fenómeno cultural que tantos seguidores porta. Por ahora, me conformo con ser sólo una espectadora más, una voyeur que siente placer con escenas ajenas, con reflexiones y preguntas hacia un sin fín de aspectos de la "vida".
Esta vez, y aunque no es una gran multiproducción, esta película me hace pensar en las "casualidades" de la vida, en ese perfecto cosmos inalterable que se ve expuesto a un huracán debido al movimiento de las alas de una mariposa en el otro extremo del mundo.
El cine francés, que se ha convertido en mi nueva adicción.
No hay un gesto, incluso el más insignificante, que no pueda cambiar el mundo.
Cada detalle, cada gesto, tan leve como pueda ser, revela una infinidad de verdades,
tiene así una repercusión sin fín y efectos grandiosos.
Hay momentos, hay días, hay temporadas... nos pasa a todos, nos ocurre sin saber muy bien por qué, pero dejamos de pensar, o de dejar querer decir... dejamos que todo pase en un minuto por nuestra cabeza sin dejar su huella sobre un papel o un post de internet... Eso se pasa, como todo (imagino) Un beso.
ResponderEliminarSi, emigramos.. hibernamos..no sé qué hacemos pero desaparecemos por un tiempo.
ResponderEliminarEnfín, ya vendrán tiempos mejores!
Animo para ti tb! :)
Un besazo