Goyaveremos.

Como buena amante del cine, no podía perderme los "aclamados premios Goya", y más aún, con lo calentita que se presentaba esta edición.

La noche comenzó con un espectáculo de humor de la mano de Buenafuente, que no desaprovechó la ocasión para hacer gala de su característica ironía.

Pero, sin lugar a dudas, lo más esperado era el discurso del presidente de la academia, Alex de la Iglesia, que después de sus encontronazos con la Ministra de Cultura los vimos "bien agarraditos" cruzando la alfombra roja.

El tema internet estuvo presente a lo largo de sus palabras, haciendo hincapié en la importancia que tiene el medio para/con los espectadores que forman parte de este presente, que no futuro, de la era del cine. Apoyó incondicionalmente a los directores, pero también se mostró del lado de todos los internautas, haciendo eco de su postura en contra de la ley Sinde. El discurso fue transcurriendo alternando planos del director y de la ministra, que posaba de manera satisfactoria y sonriente a los comentarios del presidente de la academia ( y a la cual enfocarían durante toda la gala cuando la palabra Internet saliera de la boca de cualquier premiado)

Es de agradecer, que después de todo el cúmulo de problemas respecto a la nueva ley, Alex haya sabido coger las riendas del carro y posicionarse en contra de ésta dimitiendo de su puesto en la academia.

La noche transcurrió sin sorpresas. Tal y como era de imaginar, Javier Bardem, fue premiado con el Goya a mejor actor protagonista, sin mostrar ni un ápice de ilusión al recoger el premio; eso pasa por mal-acostumbrarlo y premiarlo en todas las galas.

Pero, la joya de la noche, fue el film catalán "Pa Negre" de Agustí Villaronga, que se llevó 9 premios, entre ellos, el Goya a la mejor película. Sin lugar a dudas, superó con creces a la discutible "Balada triste de trompeta", que aunque posee una estética la mar de currada no puede compararse con otras grandes películas que Alex de la Iglesia realizó cuando aún era uno entre otros; y a la aclamada "También la lluvia" , la cual, desde mi parecer, parecía que iba a llevarse algún que otro Goya más de los que recogió.

Hay que decir, y como bien resumió Mariscal con su ¡Viva el cine!, que estamos en un período de lactancia en el cual hay que impulsar nuestro 7º arte, dándole la importancia que se merece.

El cine español ha conseguido superar las perspectivas y se ha consolidado como una pieza importante de este arte en el mundo. Atrás quedan las definiciones de éste como "grosero", proveniente de películas basadas en la España de la movida madrileña, del sexo y de las drogas.

Ahora la visión discrepa mucho de esto, se dan a conocer nuevos directores con un mundo dentro de su cabeza, el cual hay que darles la oportunidad de plasmar en nuevos formatos cercanos a los espectadores.

Y a Alex...¡Viva!, que después no digan que los altos mandos no se pringan tanto por los que pagamos 7 u 8 pavos por ver una obra en la gran pantalla, como por aquellas veces, en las que no apetece levantarse del sofá y el ordenador hace de proyector.