-¿Por qué?-disimulaba sus años a través de sonrisas inocentes plagadas de blancas canas de madurez
- Porque sabes que no me gusta que te rías de mi, y menos aún, ahora. -
- Porque, porque....¿nunca te han dicho que tienes una nariz sumamente graciosa?-
La comía a besos sin dejar que ni un soplo saliera de su boca
-Ves, te ríes de mí-
-No. Me río de la forma que tienes de moverte cuando pareces asustada, me río del color de tus mejillas cuando te acaricio el muslo, me río de cómo frunces el ceño cuando te enfadas.... No me río de tí, me río de mí porque me estoy enamorando de todas esas cosas.
Y ella sonrió, timidamente, como solía hacerlo, dejándose atrapar por pasiones furtivas, mostrando en todo momento aquella inocencia que tantos dolores de cabeza traería a los valientes capaces de jugar al escondite que ese día ella aprendería.
Se reía de lo feliz que estaba en esos momento seguramente, saludos
ResponderEliminarA veces, cuando estoy asustada, también se me dá por reir. Es lo que tiene el miedo, que sale por algún lugar del cuerpo de las formas más extrañas... Besitos.
ResponderEliminarNos reimos a veces sin saber por qué, pero esas risas son las mejores, las que son porque sí! :)
ResponderEliminarY lo bien que sientan las risas en momentos así. Luego nunca se olvidan... :)
ResponderEliminary que lo digas...:)
ResponderEliminarYo me rio poco asi voy......me ha gustado tu blog, lo de las frases cinematograficas muchísimo, las actualizas?.....un abrazo, y hasta otra.
ResponderEliminar:) me alegro muchísimo! :)
ResponderEliminarSi, las actualizo de vez en cuando, cuando dispongo de tiempo suficiente :)
Un beso y pásate por aquí cuando quieras! :)