He gritado a la almohada, a la taza de café, e incluso, a mí misma. Todo, gracias a la incomprensión del universo que me rodea; a veces me pregunto si realmente soy de este planeta.
Observando el sol, y agonizando de ganas porque la noche lo cubriera, me he consumido tal mecha de pólvora durante la tarde, sin tener el lujo, tan siquiera, de tragarme el humo de la negatividad (ahora dicen que también da cáncer).
Ansiosa, me he despegado la ropa. Una a una. Delicadamente pero sin sutilezas.
He plantado el pie sobre el mármol, desnuda. Una carretera de curvas sinuosas se dibuja sobre el espejo, el agua está caliente.
Primero el pie. Escalofrío. Después, lo demás.
El agua recorre mi pelo, corto, como un chico. Adoro que la gente lo odie, me hace amarlo aún más.
Cierro los párpados. Escucho el chasquido del agua en mis orejas, y sin darme cuenta, tarareo una canción. Ni siquiera me suena.
Blanco. Pienso en blanco. Según he escuchado ayuda a apartar la negatividad. Aunque realmente es lo que más me gusta de mí, comermela entera, empezando por sus patitas de araña.
Y silencio.
Cesa el parpadeo.
Y vuelvo a plantar mi pie sobre el mármol, desnuda, pero mojada.
Y el vaho cubre las paredes. Y resbala una gota.
Y se esfuman los problemas que me han agujereado las venas durante el día.
Ya... un día de esos que acaba evaporándose en una ducha...Un beso.
ResponderEliminarOjalá pudieran borrarse del calendario...
ResponderEliminarUn abrazo!
Se disipó el vapor y me encontré en este lugar.
ResponderEliminarMe gusta.
Así que me quedo.
Besos
Supongo que es necesario que estos días existan, si no los hubiera nos aburririamos de los felices. Es cuestión de tomarselos con filosofía y esperar a que pasen, con una buena ducha caliente, por ejemplo :).
ResponderEliminarMe alegra que te guste mi pequeño rincón :)
Bienvenido Gaearon :D
Lo mejor de todo es llegar a casa y conseguir relajarse, nada me gusta más que eso... ;)
ResponderEliminarUn beso!