Ecosistemas

Barcelona ha vuelto a maravillarme.

En pleno corazón condal he podido sumergirme en un bosque amazónico plagado de seres que sólo conocia a través de fotografías y documentales. Pasando por aquellos que plagan las profundidades de los lagos hasta otros que se esconden entre la maleza. Es sorprende la capacidad que tienen estos seres para vivir placidamente cada día, me podría pasar horas admirandolos, sin decir una sola palabra y ni siquiera apartar los ojos del cristal que nos separa.

Me dedico a mirarlos atentamente, observando cada pausado movimiento e intentando desplazar mi mente hacia ese lugar bajo el agua, absorta, sin nada en lo que pensar, viviendo por un segundo en ese mundo tan caracteristico.

Aun asi sigo pensando que cada cual habita en su propio ecosistema, ya sea en un bosque amazónico como en una ciudad repleta de miradas incandescentes que buscan desesperadamente un alivio en la vida diaria.