Lindo gatito

La curiosidad mató al gato.

Sería incapaz de enumerar las veces que he escuchado este dicho, no sé si por las múltiples ocasiones en las que iba dirigido hacia mí, o por los otros tantos momentos en los que ha salido de mi boca e incluso de mi propia mente.

Siento una incesante necesidad de conocerlo todo. O no todo, pero si la mayor parte del todo.

Por ello, cuando me secuestran mente y cuerpo con un tema del que apenas conozco se ilumina mi gato interior y comienzo a investigar sobre el tema que subyaga la duda.

Y es que hace un par de días presencié un espectáculo que me ha dado mucho para pensar. Lo extrañamente maravilloso y espectacular que podemos llegar a ser los humanos... además de inmensamente maleables.

Alguien con los conocimientos necesarios puede llegar a confundirte de tal forma que consiga obtener de tí aquello que desee. Me pregunto si es eso también lo que lleva a cabo la sociedad que nos rodea, hipnosis colectiva.

Practicamente todos nos vemos influidos por los mismos detonantes comunes, externos e internos, desde crisis económicas a fenómenos culturales. TODOS, absolutamente todos, nos encontramos bajo una hipnosis cultural, social, política, económica; creemos dominar pero no lo hacemos ni por asomo.

Así pues, también nos pasa en el ámbito privado. Relaciones, conflictos personales....¿realmente somos conscientes de ellos y cogemos la sartén por el mango? o simplemente, ¿lo creemos pero no lo hacemos?.

A veces me pregunto si estoy viviendo mi vida, o es que alguien la está viviendo por mí.

La misma sensación que conducir a través del asfalto y saber que no sólo depende de tí sino también de todos los demás