¿Cómo puedo llegar a ser tan testaruda si realmente esto no me beneficia?
Absorbo el aire del tabaco, me calma, aunque sigo escuchando las palabras de past land resonando en mi cabeza. Echar de menos algo de lo que eres consciente que jamás volverás a vivir es algo paradógico. Miro a mi alrededor y noto como todos han rehecho su vida, han seguido con la de antes o la han cambiado por completo, pero que al menos, no se han quedado con los brazos cruzados.
Yo, por el contrario, sigo sentada en un escalón, enfadada con el mundo, y negandome a jugar con los demás niños, siempre he sido muy caprichosa, y ahora el destino quiere darme una lección.
Aveces me pregunto qué pasaría si desapareciera, ¿sería la muerte capaz de encontrarme?, o por el contrario, ¿hayaría a la vida?. Enfín, supongo que nunca tendré la suficiente valentía como para comprobarlo.
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