Es extraña esa sensación que experimentas cuando abres los ojos y todo lo que era real hasta el momento, desaparece como polvo. Aveces, incluso, intentas volver a dormirte, y continuar con la historia, pero la mayor parte de las veces, es imposible; una vez que has despertado, nada puede seguir como era.
Soy proclive, a imaginar hechos fantásticos, en lugares aún más paradógicos, pero siempre suelo relacionar mis sueños con elementos que me atraen desquiciadamente o que me producen intranquilidad. Hoy ha sido más lo primero que lo segundo, y es que mi subconsciente siempre lleva la razón en cuanto a amantes se refiere.
Y aunque reconozco que después de abrir los ojos te he sido infiel en mis pensamientos, porque la obsesión es lo que tiene, también admito, que he pasado una noche para recordar (aunque sean sueños).
No hay comentarios:
Publicar un comentario