"Siempre se llega a alguna parte si se camina lo bastante"
(Alicia en el pais de las maravillas)


1/12/10

Hoy

Amanece muy temprano, es lo que tiene el invierno, que madrugamos más sin quererlo ni beberlo.

Los días se me hacen insufriblemente agotadores, parece que todo el mundo se empeña en duplicar la tarea cuando llueve y poner en modo "mute" a todos los trabajadores.
Totalmente mecanizados, ahí en sus mesitas correspondientes, clin..clan..clin..clan...no paran de golpear (porque golpean, no acarician) las teclas del ordenador. Inmersos en el trabajo, no intercambian ni tan siquiera una mirada con aquellos que los rodean. Olvidan reir, y mucho peor, cuentan incluso las veces que lo hacen al día.

Hoy, me ha pasado algo tal que así, he cuantificado facilmente las veces en las que se me ha escapado una carcajada en los últimos días... mala señal, ya que eso significa que no río a menudo ultimamente..
Me he vuelto algo escéptica, y he dejado de creer en lugares que antes designaba como mi hogar, y es que a veces, soy un depredador conmigo misma: Vigilo durante horas buscando la situación idónea para saltar directamente a la yugular y dejarme moribunda rogando una muerte digna. Finalmente, ni siquiera soy lo suficientemente valiente como para decir adiós, sino que sigo desangrándome hasta quedarme seca de pensamientos.

Y es que, siempre he dicho, que me gustaria tener anteojos para ver desde fuera de mi persona cómo reacciono ante varias situaciones. A veces, incluso, me lo imagino, intento imaginarmelo y analizarme objetivamente, pero ya se sabe, la objetividad siempre fue incongruentemente subjetiva.

Otro día más, lo único que me mantiene en parte viva, son las pequeñas cosas: Llevar botas de agua después de la lluvia, encontrarme delante de un paseo plagado de charcos, y que la calle esté totalmente vacía a las 7 de la mañana, no tiene precio. Evidentemente, he acabado empapada entera, menos las botas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario