"Siempre se llega a alguna parte si se camina lo bastante"
(Alicia en el pais de las maravillas)


20/9/10

Toc, toc...

Toc, toc...

Llevaba un rato tumbada en la cama, intentando conciliar el sueño después de un día gris, con pensamientos cubiertos de nubes negras, cuando al otro lado de la habitación tocaron la puerta.
Pensé que vendrían a molestarme de nuevo, a interrogarme sobre aquel virus que me había corroido por dentro desde el momento en el que pise esta llanura. Pero me equivocaba.

El apartamento estaba iluminado por aquella media luz que conseguía traspasar las mugrientas ventanas. Ni siquiera había tenido tiempo para desechar todo aquello que había recopilado durante años, y había ido acumulando en cada rincón de 50 m2. Por lo que el lugar en cuestión parecía más pequeño de lo que realmente era.

Me levanté, en estado somnoliento, sin conseguir crear aún una línea divisoria entre sueño y realidad. Una fuerza arrastraba mi cuerpo hacia el suelo por lo que andar era cosa casi imposible. El cansancio recorria todas mis extremidades convirtiendolas en inútiles.

Al otro lado de la puerta, un olor familiar se hacia con mis sentidos, haciendo de este modo, y aun con el inconveniente del peso que arrastraba, que mis pies corrieran todo lo que eran capaces, atrayandome las manos hacia el picaporte y haciendo florecer unos deseos que aseguraba perdidos.
Un rostro familiar y a la vez desconocido comenzó a aparecer, conforme más asombrada me iva encontrando, más agradecido parecia éste.
-"Al fín te encontré"- dijo dibujando una sonrisa en su cara- "He estado mucho tiempo buscandonte, ayá dónde ivas te seguía desde lejos pero nunca conseguí tenerte demasiado cerca como para poder mirarte a los ojos y decirte todo aquello que llevas esperando escuchar tanto tiempo. En todos tus viajes, sé que tú también has estado buscandome a mí, pero nunca has conseguido averiguar mi paradero. Lo que no sabías es que era yo quien te había buscado desde un principio, por ello nunca eras capaz de dar conmigo".

Totalmente desorientada, y aún sin saber si esto se trataba de un sueño, me quedé muda, sin palabras, una lágrima recorrió mis mejillas y cayó lentamente. El tiempo se había parado y ya no corría hacia delante sino que , por el contrario, se deslizaba hacia atrás. En un momento me ví rodeada de lugares, equipajes, personas, amantes, hoteles de mala muerte y un sin fín de momentos que formaban parte de mi pasado y a la vez de mi presente, ya que habían conseguido crear a una persona que en esos instantes se encontraba frente a frente con aquello que jamás creyó que le correspondería.

-"Siempre pensé que serías tú el que acabaría por sacarme de este agujero. Realmente, siempre hubo algo que me dijo que tenía que seguirte ciegamente. Cada mañana me levantaba pensando en tí, en todo aquello por lo que tenía que luchar para llegar a tu lado. Y hoy, me doy cuenta de que siempre has sido tú el que ha andado sobre mis huellas, no lo contrario que era realmente lo que imaginaba. Gracias, gracias, gracias por acudir en mi búsqueda, por ser mi guardián y dejar que siguiera los pasos que , aunque creí que ya estaban marcados, era realmente yo la que los dibujaba."-

Y así fué como la chica encontró aquello que le había corrompido en su interior durante años, aquello que había buscado incesantemente recorriendo tantos territorios como le había sido posible. Así fué como resolvió que el destino no está escrito, sino que más bien es uno mismo quien lo fabrica y que éste siempre nos va acompañando a lo largo del camino, aunque estemos tan inmersos en su búsqueda que ni siquiera seamos capaces de verlo cuando lo tenemos justo al lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario