Si, sigo echándote de menos, y no sólo a tí sino también a ese yo que se fue en el momento que empaqueté mis sueños y los abandoné en un rincón plagado de antiguos recuerdos.
Si, necesito que me saques de quicio, que me pellizques el culo en un bar lleno de gente y que te la sople, que me mires y me desnudes en un segundo, que me beses sin avisar simplemente porque sí, que me hagas reir sin saber porqué, que aguantes mis días raros, que te calles y me escuches aunque no te interese lo que te esté diciendo, que me abraces cuando duermo aunque sabes que no me gusta, que me sorprendas, que me busques entre las sabanas, que te reias de mis niñeces, que se te arrugue la frente, que me susurres tus pensamientos, que seas tan cabezota al igual que yo.
Si, y sé que no deberia decirlo, y sé que todo el mundo diría lo contrario, pero estoy jodida, y quiero gritarlo a los cuatro vientos.
Y si, también reconozco que ni tú eres tú, ni yo soy yo, porque a ese tú, y a ese yo, se los tragó la tierra en el momento de la despedida. Que si, que sé que es innecesario forzar las cosas, y sí, no niego que verdaderamente esté más colgada de un recuerdo que de tí.
Ea, ya lo he dicho.
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