¡Qué raro!
Hoy, curiosamente, escuchando la lista de reproducción de "spotify" (grandiosa aplicación que me ayuda a sobrellevar los días melancólicos con canciones desconocidas y artitas de 3 al cuarto), he podido comprobar la rapidez que tienen los meses para pasar de largo.
En el momento en el cual, ha finalizado la última canción, gracias al modo bucle, todo ha vuelto al principio. ¡Guau!, ¡Al principio!, el comienzo de todos mis razonamientos absurdos. Letras que contienen hechos, lugares, personas e incluso olores lúgubres perdidos en el pasado.
De hecho, incluso podría decir que algo se me ha retorcido en el estómago. Pero, a estas alturas, no sé diferenciar a qué sentimiento puede estar asociada esta reacción.
Supongo que el hecho de ser un poco hipocondríaca me hace experimentar sensaciones que no tienen ni pies ni cabeza. Acostumbrada al ibuprofeno de 650 gr imagino que mi organismo ya es inmune a diversos virus que se cuelan en mi sistema inmunológico dejandome out durante unos días.
Puede que el cansancio también sea una de las causas, ya que ultimamente, llevo el ritmo de una locomotora, y que la mente, deseosa por tomarse un rato libre haya decidido cogerse unas vacaciones a principios de Noviembre. Realmente, no la culpo, en estos últimos meses ha recibido trabajo de sobra, y tenía que llegar el momento en el que tantos contenidos rebosaran por las orejas.
No sé, creo que algo así tampoco viene mal, un respiro es necesario para cualquiera, y no hay mejor momento para tomárselo que ahora.
Con un decálogo de los 10 mandamientos de la vida bajo el brazo, sin maletas, sin mente, sin corazón, simplemente, desconexión.
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