Echo tanto de menos que me he olvidado echarlo de más.
Ideas que se vuelven locas y hacen que yo tambien lo vaya haciendo poco a poco. Planteamientos absurdos que sólo me dan dolor de cabeza. Sueños desconcertantes a mitad de la noche acompañados de miedos y sudores fríos. Y es que el subconsciente no me deja tranquila ni siquiera cuando Morfeo decide apoderarse de mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario