"Siempre se llega a alguna parte si se camina lo bastante"
(Alicia en el pais de las maravillas)


14/7/10

Flores azules.


Los días de verano son los más largos del año.
Comienzan acariciandote las mejillas con el primer rayo de luz.
Seguidamente, la calle, se plaga de cuerpos ansiosos por correr hacia sus destinos. Los sonidos de la ciudad plagan el ambiente, desde las bocinas de los coches hasta las obras matutinas (que siempre, incluso en sabado, no dejan de molestar).
Abro los ojos antes de que suene el despertador con el objetivo de quedarme unos minutos más remoloneando en la cama. Me pongo en marcha, activo el interruptor que permanecerá encendido hasta mucho después del atardecer.

Cuando la luna se establece en el firmamento me sumerjo en el mundo de la noche, armandome de artimanias y desconectando la mente, aunque no siempre consigo que me deje tranquila.
Me aconsejan amenudo que trate de relajarme y aparte los cuervos negros de mi lado, asiento y aseguro que lo intento pero este puto bochorno pegajoso me hace regocijarme en mi propio agujero, a veces, incluso, lo necesito.

Confundida por la vida me planto en la cama haciendo florecer absurdeces en mi cerebro, envejeciendo en cada sueño que consigo imaginar, volviendo a las crudas noches de invierno rodeada de calientes flores azules. Esperando una nueva mañana que me conduzca a otro mundo diferente al anterior.

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