Ya no sé quien soy.. tan sólo sé hay más luz de la habitual..
¿Por qué me das la espalda? Lo he cambiado todo lugar.
Me resuenan miles de palabras en la cabeza y no consigo ponerlas en orden.
Todo ha estallado de tal manera que he vuelto a perder el rumbo. Los cambios brutos nunca fueron conmigo y menos aún de forma inesperada.
No tiene ningún tipo de sentido. Las dudas y la incomprensión hacen que se me forme un nudo en el pecho y me cuesta respirar.
Hoy, en el metro, una señora me ha contado la historia de sus canas y cómo llegar a ellas disfrutando de una vida plena, otorgandole una sonrisa hasta al más oscuro de los días.
Esto me ha hecho plantearme muchas cosas, desde el más pequeño detalle hasta el mayor de ellos.
No tengo fuerzas para esperar la casualidad de mi vida, ni necesito ni quiero que alguien me abraze para después darme una torta con sus propias palabras que siempre hacen más daño que cualquier golpe físico.
Te dejan hundida en un mar de hielo, congelandote los pies hasta el limite de no sentirlos, creyendo que ni siquiera existen. Aveces, ablandan el corazón y te dibujan signos de eternidad plena y placentera, pero eso generalmente es efímero.
No se preocupe usted señor destino, que la próxima vez le aseguro que llevaré puesto el casco, los pies de plomo, las rodilleras y todo lo necesario para que el golpe apenas haga mella en mí.
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